¿Por qué es importante la oración?

la-oracion“orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;” (Efesios 6:18).

¿Por qué es tan importante la oración constante, persistente, incansable y vencedora?

Existen varias razones:

  1. Porque existe el diablo: Satanás es astuto, poderoso, nunca descansa, está siempre conspirando para hacer caer a los hijos de Dios. “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” (Efesios 6:12).
  2. Porque la oración es la vía asignada por Dios para obtener cosas: “…, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.” (Santiago 4:2). Santiago hace notar que la pobreza y la falta de poder del cristiano común es la falta de la correcta oración.
  3. Los apóstoles, hombres de Dios consideraron a la oración como el aspecto más importante en sus vidas: “Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra.” Hechos 6:2-4).
  4. Porque la oración ocupa un lugar destacado en la vida terrenal de nuestro Señor Jesucristo: “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.” (Marcos 1:35); “En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.” (Lucas 6:12). La oración tomaba mucho tiempo y fuerza de Jesús. Quien no pasa la mayor parte de su tiempo orando, no puede llamarse seguidor de Jesucristo.
  5. Porque orar es la parte más importante del actual ministerio de nuestro Señor Jesucristo: “por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.” (Hebreos 7:25); “¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.” (Romanos 8:34). Estos versículos nos dicen que Jesucristo intercede por nosotros. Orar es su principal ocupación en la actualidad. Es a través de sus oraciones que nos está salvando.
  6. Porque es el medio que Dios ha señalado para que recibamos misericordia y para obtener gracia para ayudar en tiempos de necesidad: “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” (Hebreos 4:16). Estas palabras ponen en evidencia que Dios ha señalado un camino por el cual debemos buscar y obtener gracia y misericordia. ¿Quién no siente que necesita más gracia? Pues hay que pedir por ella. Ser constantes y persistentes en el pedido. Implorar y ser incansables en el pedido. Dios se regocija al tenernos como “mendigos” confiados en esta dirección, porque mostramos fe en Él y la fe es lo que le agrada de manera poderosa (ver Lucas 11:1-9).
  7. Porque la oración en el nombre de Jesucristo, es el camino que Él ha señalado a sus discípulos para obtener plenitud y gozo: “Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.” (Juan 16:24). No hay gozo más grande sobre la Tierra o el Cielo, que la comunión con Dios, y la oración en el nombre de Jesucristo nos lleva a esa misma comunión con Él.
  8. Porque orar con toda preocupación y necesidad de la vida, con acción de gracias, es el medio que Dios ha establecido para obtener libertad de la ansiedad, y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:6-7).
  9. Porque la oración es el método que Dios ha señalado para que obtengamos el Espíritu Santo: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” (Lucas 11:13).
  10. Porque la oración es el camino que Jesucristo ha señalado para que nuestros corazones no se carguen de glotonería, ebriedad o de las preocupaciones de esta vida, de manera que el día de regreso de Jesucristo no venga como trampa: “Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.” (Lucas 21:34-36). De acuerdo con éste pasaje, hay una sola forma de estar preparados para la llegada del Señor cuando Él se presente, esto es, a través de la oración.

Si vamos a ser parte de la hermandad con Jesucristo en su presente obra, debemos pasar mucho tiempo en oración; debemos entregarnos a la oración más sincera, constante y persistente. La medida de nuestra apropiación de gracia se determina por la medida de nuestras oraciones.

Roger Garcia C.
Consejero Bíblico.
www.ConsejeroBiblico.org

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