¿Qué dice la Biblia acerca de la depresión?

DepresionUsted no va a encontrar el término «depresión» en la Biblia, excepto en la versión Nueva Traducción Viviente. En cambio, la Biblia usa palabras como: abatido, triste, afligido, desanimado, angustiado, quebrantado, etc.

Usted, encontrará muchos personajes bíblicos que muestran los síntomas de este estado emocional, entre los cuales podemos mencionar a Agar, Moisés, Noemí, Saúl, David, Salomón, Elías, Nehemías, Job, Jeremías, Juan el Bautista, Judas Iscariote y Pablo.

¿Qué dice la Biblia acerca de la depresión? ¿Qué podemos deducir de las verdades de la Palabra de Dios acerca de esta condición?

Nadie es inmune a la depresión

La Biblia muestra que la depresión afecta a cualquier persona. A los pobres como Noemí, la suegra de Ruth; y a los ricos como el rey Salomón. A los jóvenes como el pueblo de David, y a los mayores como Job. A las mujeres como Ana, que era estéril, y a los hombres, como Saúl y Jeremías (el «profeta llorón»).

Comprensiblemente, la depresión puede venir después de una derrota:

“Vino, pues, David con los suyos a la ciudad, y he aquí que estaba quemada, y sus mujeres y sus hijos e hijas habían sido llevados cautivos. Entonces David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar.” (1 Samuel 30:3-4).

Curiosamente, una decepción emocional también puede venir después de una gran victoria. Elías el profeta derrotó a los falsos profetas de Baal en el monte Carmelo, en un despliegue impresionante del poder de Dios (1 Reyes 18:38). Pero en lugar de ser alentado Elías, por temor a la venganza de Jezabel, estaba cansado y asustado:

“Y él (Elías) se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres.”. (1 Reyes 19:4).

Incluso Jesucristo, que era como nosotros en todo, menos en el pecado, pudo haberse sentido algo deprimido cuando los mensajeros vinieron a Él para informarle que Herodes Antipas había decapitado a su amado amigo Juan el Bautista:

“Entonces llegaron sus discípulos, y tomaron el cuerpo y lo enterraron; y fueron y dieron las nuevas a Jesús. Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades.”  (Mateo 14:12-13).

Dios no está enojado por nuestra depresión

El desánimo y la depresión son parte normal del ser humano. Pueden ser desencadenados por la muerte de un ser querido, enfermedad, pérdida de un trabajo o situación, el divorcio, el abandono, o muchos otros eventos traumáticos. La Biblia no muestra que Dios castiga a su pueblo por su tristeza. Más bien, él actúa como un Padre amoroso:

“Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios.” (1 Samuel 30:6).

“Y levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, y volvieron y fueron a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Ana su mujer, y Jehová se acordó de ella. Aconteció que al cumplirse el tiempo, después de haber concebido Ana, dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel, diciendo: Por cuanto lo pedí a Jehová.” (1 Samuel 1:19-20).

“Porque de cierto, cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo, sino que en todo fuimos atribulados; de fuera, conflictos; de dentro, temores. Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito; y no sólo con su venida, sino también con la consolación con que él había sido consolado en cuanto a vosotros, haciéndonos saber vuestro gran afecto, vuestro llanto, vuestra solicitud por mí, de manera que me regocijé aún más.” (2 Corintios 7:5-7).

Dios es nuestra esperanza en medio de la Depresión

Una de las grandes verdades de la Biblia es que Dios es nuestra esperanza cuando estamos en problemas, incluyendo la depresión. El mensaje es claro. Cuando la depresión golpea, fije sus ojos en Dios, su poder y su amor por usted:

“Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.” (Deuteronomio 31:8).

“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.” (Josué 1:9).

“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu.” (Salmos 34:18).

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” (Isaías 41:10).

“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;” (Jeremías 29:11-12).

“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.” (Juan 14:16).

(Jesús dijo) “enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” (Mateo 28:20).

“(porque por fe andamos, no por vista);” (2 Corintios 5:7).

Roger Garcia C.
Consejero Bíblico
www.ConsejeroBiblico.org

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